martes, 28 de agosto de 2007

Desde que te perdí.


"O simplemente es un delirio.
Porque no volverá.
Porque nunca vino."
Estarán allí, Alice
.
.
Desde que te perdí,
sólo suenan en mi radio
las mismas canciones
desoladas, desalmadas
y ese piano,
ah, ese piano que palpita
en cada fibra muscular
del corazón con frío
de un invierno sin abrigo.

Desde que te perdí,
balbuceo notas
canto, hablo sola
o a veces con las flores
únicas testigos que vieron
lo de aquella alocada noche,
que quedó marcada
en la zonas indelebles
de la memoria.

Desde que te perdí,
lloro a veces, en silencio
en medio de la prisa
cuando ya la cotidianidad
no me puede absorber más,
o en la cruenta madrugada
al levantarme,
y al menos eso me ayuda
a sentirme más humana.

Desde que te perdí,
recorro mil distancias
indefinidas, marchitas
pensando, no pensando
en todas las esquinas
donde edificamos el amor
con tan sólo mirarnos
yo en tus iris marrones,
tu en mis negras pupilas.

Desde que te perdí,
quemo todos lo días
un pedacito del navío
para no regresar

que no haya vuelta atrás,
mas a veces desvarío
y deseo volver a navegar
las aguas tórridas
de ese misterioso mar.

Desde que te perdí,
has sido la musa
de toda mi poesía
y cuando te veo
ah, cuando te huelo
emprendo la fuga
me fugo en la huida
porque este miedo,
aunado miedo llamado razón
tan sólo me dice que no.

jueves, 23 de agosto de 2007

Soy mujer.

"Aquí hace falta una mujer. Y esa mujer soy yo."
Aida Cartagena Portalatín
.
.
Soy canciones y sonrisas
nueve meses, doy la vida
soy la luna cada mes,
soy mujer.

Soy la lucha corpórea
dominada en la historia
soy mil manos y dos pies,
soy mujer.

Soy los niños que lloran
y sus lágrimas que mojan
soy sus barcos de papel,
soy mujer.

Soy pasión, también ternura
felicidad y mil locuras
soy amor y soy placer,
soy mujer.

Soy fuente viva de poesía
virtud, trabajo y valentía
lluvia cálida en la piel,
soy mujer.

Soy derechos y conciencia
y tambien inteligencia
en colectivo soy poder,
soy mujer.

Soy plenitud y libertad
soy salud y bienestar
alma con sabor a miel,
soy mujer.

Soy rabia e indignación
ante cualquier violación
sensible y fuerte cada vez,
soy mujer.

martes, 21 de agosto de 2007

Oda a la confianza.

"Compañero, usted sabe que puede contar conmigo.
No hasta dos, ni hasta diez, sino contar conmigo"
M. Benedetti
.

Compañero,
si siente el peso del hastío
sobre sus párpados caídos,
venga, tome de guía
estos humildes ojos
que le enseñaran la vía
cuando se encuentre perdido.

Compañero,
si el sálvese-quien-pueda
se le enreda entre las piernas
venga conmigo,
siga por ancho camino
a condenar juntos
nuestras conciencias.

Compañero,
si la impotente náusea
lo toma por sopresa,
haga suyas estas palabras
compondremos llantos
y furiosa rabia,
para evadir el espanto.

Compañero,
si olvida que la furia
no es suficiente,
venga, despójese las dudas
vuélvase la lucha,
a cambio de risas pendientes
en medio de tanta bruma.

Compañero,
si lo enredase la vida
en su locura incierta,
tire fuerte de estas manos
que aunque finas,
firmes y muy sinceras
y siempre estarán de su lado.

Y si ésta, mi llama
alguna vez se apagara
présteme sus ojos,
muéstreme el camino,
lánceme sus manos,
vuélvame la lucha,
deme sus palabras,
mas oiga bien, nunca
deje morir esta esperanza.

jueves, 16 de agosto de 2007

Mi sol, mi edad... mi soledad.

"Y es una soledad tan desolada."
M. Benedetti
.
Sigue aquí
anidada en mis huidas
me persigue,
no se quiere ir.
Se agotaron las salidas,
parece que me acecha.
Se impone, se perfila
en cada una de estas letras,
en mi voz cansada
y en todas las estrellas
que pasaron fugaces
que se fueron,
que no me vieron.

Sigue aquí
clavada como espina
expeliendo humos, restos
tumbada en mi lecho
mientras miro irse la vida
y ella a mí
con sus labios secos.
Inútil la persigo
por un camino maltrecho
y me he perdido.
Ella es lo único que tengo.
Se han ido hasta las cruces,
las sombras y las luces.

Sigue aquí
desfigurándome el silencio
con sus voces
y las voces con sus ecos.
Recurriendo, recorriendo
cada uno de mis huesos,
el valle de mis formas
y allí sucumbiendo
como brisa, como fuego.
Surcando todas las hojas
de mi historial furtivo
algo mudo, menos vivo
y un poco más descolorido.

domingo, 12 de agosto de 2007

Confesiones de una vida en agonía.

Me atraparon los recuerdos
como si fueran manos
y en ellas dardos empuñados,
dardos que apuntan exacto al corazón.

Y es que hace días
que la tristeza tocó mi puerta
llegó con sus maletas, sus alhajas
y sus trapos desteñidos,
con su vendaval de emociones y cenizas.

Se instaló así, despacito,
en mis paredes quebradizas
e invadió la humedad de mis ojos
y mi cara salada.
Se somatizó en mi dolor de pecho
y en mi alma resquebrajada.

Pero esta vez me juró
con una mirada tajante
y directo a los ojos,
que venía para quedarse,
talvez para siempre.

Mientras ellos, mis ojos,
se perdían en la noche
oscura y deslunada,
mis taciturnos ojos
y negros, y rojos.

Con voz deliberada,
como si ya se sentía mía
me aseguró otros infortunios,
otras desventuras,
otras penas malvenidas.

Como quien presiente su condena,
oí sus pasos, a mis espaldas
desde el corredor hasta mi alcoba,
buenas noches, soledad.

Llegó radiante, implacable
como si ya se supiera el camino
o hubiera llegado a casa.
Pero ésta se instaló enseguida,
también con maletas y alhajas,
llevaba el mismo viejo olor
a rosas de mortuorio
y el mismo vestido largo,
tipo burka árabe o monja católica.

Tras mirarse frívolas y cómplices
me sonrieron, me abrazaron
y se acostaron conmigo
en noches eternas,
noches de frío existencial
de frío desamor.

Me ahogaron en recuerdos de migajas
de un amor pasajero,
al compás de una vana lucha
de caer en profundos letargos no-pensar.

Pero ¡oh! tiernas incesables
que siempre vienen a rescatarme
y a hundirme sobre la cama, otra vez
entre sollozos y lágrimas, otra vez
y al lado de la almohada enmohecida.
Otra vez, sobre noches caleidoscópicas.

Desde entonces
el día no volvió a ser día,
se resumió en noches.
Pero ah ¡qué noches!
Noches de soles -sin besos, ni flores-
Noches de se buscan distracciones
Noches de asperezas y abstracciones
Noches aguijoneadas de recuerdos
Noches de luna, o deslunadas
Noches de insomnio y desvarío
y con tristeza y soledad,
y sin misterios, ni mar
ni triángulos, ni rombo.

Y cuando llega la noche
aquella que es eterna y es oscura,
el frío hace crujir mis huesos,
así lentito voy muriendo,
y ellas se acuestan a mi lado,
recordándome que aunque me vaya,
o me quede,
seguiré estando sola.

Ya no me levanto a ver las madrugadas,
ni el ocaso, ni el espejo.
Solo siento que llueve un océano,
y que lloverá mucho tiempo
hasta que deje de doler.

sábado, 11 de agosto de 2007

¿Mi vida amorosa dices?

Esa se limita a un solo pliego
de papel amarillento,
con caóticos surcos carcomidos,
dos o tres oraciones
breves e inconclusas,
o tristes y conclusas.
A veces sin sujeto,
a veces sin predicado,
todas en pretérito imperfecto.

Otras son sólo interjecciones
con monosílabos en su seno
o dos signos de admiración
que se miran los pies con sus cabezas.

Y líneas en blanco intencionales
que figuran ridículamente
entre puntos y aparte, suspensivos
y sobre ellas el innegable gris nubarrón
de los rastros borrados de la memoria.

Entonces digo:
es que el amor no es tan simple,
simple y rígido como la gramática.
Pero, ¿y yo?

sábado, 4 de agosto de 2007

Mi corazón es un titán.

A duras penas lleva
un historial de tristezas
que arrastra y arrastra
por sus espaldas
sobre una rota carreta
y en su costado un equipaje
compuesto de viejas maletas
que van de sueños repletas,
buscando cuerdas de tiraje
que las ayude a subirlas
y más tarde compartirlas
en esta vida mutante.

Anda con abiertas heridas
que no paran de sangrar
pero aún así camina
sobre la cuesta de la vida
y sin dejar de mirar
a sus lados, por las aceras
y en todas las veredas
por si un buen o mal día
alguien apareciera,
que en el camino lo hallara,
le abrazara las heridas
y luego se las curara.

Camina, canta
se ríe y llora
con el dolor de sus llagas
y el pesar de las horas,
mas aún tiene esperanzas,
aún cree en otras cosas
que regocijan su alma.
Porque sí, alma tiene
aunque a veces se pierde
en la compleja trama
de este alocado drama
que su vida comprende.

jueves, 2 de agosto de 2007

Canción desesperada.

"Porque te miro y muero
y peor que muero
si no te miro, amor
si no te miro."
M. Benedetti
.
.
No dejo de pensar en ti
amor, desde que te quiero
por ese lunar lunero
que no me deja dormir.

Fue la musa que me sonrió
la de tus ojos, mi vida
que se convirtió enseguida
en esta humilde canción.

Yo solo quiero cantar
con mi alma atiborrada
de tu voz y tu mirada
que no se puede curar.

Porque esta llana pasión
no se puede apaciguar
y mucho menos calmar
con un amor de ocasión.

Por eso cariño, canto
con voz, cuerda y corazón
para no perder la razón
ocultándote este llanto.

Y esta brillante llama
arde y quema por dentro
cual fuera fuego eterno
que renace de mi alma.

Quisiera poder habitar
cerquita de tus oídos
que escuches mis latidos
Y esta trova cantar.

Y ojalá pueda amarrarme
en las curvas de tu sonrisa
perpetuarme así deprisa
en ese sublime instante.

perpetuarme así deprisa
en ese sublime instante.