viernes, 19 de noviembre de 2010

Una lágrima que cae a la deriva.

Una lágrima que cae a la deriva
no es igual
a la que atrapas con tu lengua
y luego saboreas.
No es la misma la que se suicida
en el borde de la piel
que recubre tu mandíbula
de la que vuelve hacia tu cuerpo
a través de tus poros,
o la que se da por vencida
evaporándose,
antes de llegar a su destino.
Son distintas las que se desarman
en pequeñas gotas cuando chocan
contra el suelo,
en el momento en que inclinas
hacia abajo tu cabeza,
que las que se acumulan

en un charco, esparciéndose
y luego mojan tu cabello
apoyado sobre las baldosas.
Las que se agolpan en tus comisuras
y bebes sin cuidado
son las más dulces de todas,
pero las más amargas
son las que no brotan,
las que se tragan tus ojos
y derramas hacia dentro
inundando todos tus espacios.

domingo, 31 de octubre de 2010

Sin que sepas de mí.

El día que me vaya
será el más normal de todos:
no habrá desfile de oropeles y sonajas
ni un elenco de voces disfrazadas.
Todo seguirá su curso noble
con su insoportable simetría:
el sol no vendrá a abrirnos la noche
ni la luna a reinar durante el día,
no serán fantasmas los fantoches
del teatro cotidiano,
ni tendremos manos por orejas
que aplaudan todo lo profano,
ni mucho menos viceversa.
Me iré con la intención de un peregrino:
dispuesta a marcharme sin retorno
por los sabios caminos de otro mundo
sin un único destino,
sin el lastre del tiempo más remoto.
Me iré envuelta en mis silencios
razón de lo que callo y lo que digo,
de mi no escucharás ni un sólo ruido
ni un susurro, ni un murmullo,
ni el rumor más leve del aliento
que sale de las fauces del olvido.

domingo, 10 de octubre de 2010

Quiérete niña.

Quiérete un poco,
quiérete,
¡al menos quiérete
mucho!

Vamos, trátate
como tratas a los demás,
quiero que te sepas
linda,
quiero que te sepas
digna
de felicidad.

¡Quiérete niña!
ámate, por ejemplo,
como amas
las puestas de sol,
la poesía,
o las notas
de un bandoneón.

Bésate
la frente, las manos
¡bésate
la boca y los labios!
sé tu mejor amiga,
acompáñate.

Sal contigo
al cine, al teatro
cuéntate tus dudas,
abrázate
¡tómate de la mano!

Quiérete un poco
al menos,
y como no basta
¡entonces
quiérete mucho!

martes, 17 de agosto de 2010

Refugio interior.

El tibio y misterioso bosque
crece desde dentro.
Inhala la energía amorosa del aire
a través de sus pulmones verdes e infinitos.
Sus raíces honran a la madre tierra.
Las ramas fuertes de sus árboles amables
le acogen y le abrazan,
y el rumor de sus hojas le arrullan,
mientras el naciente sol
posa un beso en sus miles de mejillas.
El ímpetu de su río caudaloso
le dotan de fortaleza y valentía
y al sumergirse en sí,
siente la propia humedad de sus aguas
que le reinventan cada vez y le bautizan
con su mismo nombre.
Sabe que el bosque es su cuerpo,
y su alma, su hogar.
Ha descubierto el lugar
donde habita la armonía.

martes, 16 de marzo de 2010

Vástago.

Irreconocible corre párvulo
sobre el círculo andado y desandado
de infinitas formas diferentes
y ansioso por salir de sus mazmorras
atraviesa cada una de sus breves distancias,
de una puerta a otra,
desde la agitante ingravidez del subsuelo
hasta el centro mismo de la tierra.

Se azota contra el piso,
golpea una y otra vez su pequeña cabeza
contra sus raíces inmóviles,
hartas del hastío,
cansadas del cansancio.

Quiere agitar sus brazos vacilantes
contra toda forma de poder,
contra la espesa tarde del invierno,
ver la luz del cielo abierto
chocando contra su propia luz,
conjugar sus tímidos graznidos
con una llamarada de ruidos frescos
y el ímpetu religioso de un trueno,
haciéndolos estallar de un sólo empalme,
y hacer de este suceso, su libertad.