jueves, 16 de agosto de 2007

Mi sol, mi edad... mi soledad.

"Y es una soledad tan desolada."
M. Benedetti
.
Sigue aquí
anidada en mis huidas
me persigue,
no se quiere ir.
Se agotaron las salidas,
parece que me acecha.
Se impone, se perfila
en cada una de estas letras,
en mi voz cansada
y en todas las estrellas
que pasaron fugaces
que se fueron,
que no me vieron.

Sigue aquí
clavada como espina
expeliendo humos, restos
tumbada en mi lecho
mientras miro irse la vida
y ella a mí
con sus labios secos.
Inútil la persigo
por un camino maltrecho
y me he perdido.
Ella es lo único que tengo.
Se han ido hasta las cruces,
las sombras y las luces.

Sigue aquí
desfigurándome el silencio
con sus voces
y las voces con sus ecos.
Recurriendo, recorriendo
cada uno de mis huesos,
el valle de mis formas
y allí sucumbiendo
como brisa, como fuego.
Surcando todas las hojas
de mi historial furtivo
algo mudo, menos vivo
y un poco más descolorido.

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