lunes, 16 de julio de 2007

Réquiem

En memoria del sr. Eleuterio.
Paciente de cáncer terminal.
Buzo de profesión.



Anciano de triste mirada
que no cree en la eternidad
aguardando por su destino
en la cama de algún hospital.

Los médicos murmuraban
en su mal no hay solución
mas a mi sólo me importa
Lo que hay en su corazón.

Yo sé que es usted buzo
me dijo ayer la enfermera
que usted buscaba corales
y nadaba con las ballenas.

Cuénteme sus hazañas
mientras tomo su presión
con mis manos de aprendiz
calmando así mi temblor.

También sé a que ha venido
por qué aquí ha de parar:
a contarme como es el mundo
allá, en el fondo del mar.

Como una leyenda fantástica
lo recordaré hasta morir:
como en los cuentos de Verne
o la historia de Moby Dick.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Vero, sigue. No te detengas. Esta hermoso. Esa forma que tienes de comunicarte con la gente y sus cosas, esa manera de poetizar lo sencillo hasta hacerlo heroico... sublime, Vero, sublime.

Anónimo dijo...

Todos dicen que la muerte no es gran cosa, que tarde o temprano vendrá a visitarnos a cada uno de nosotros. Pero saber que tus días están contados, que vas a despedirte de todo aquello por lo que valía la pena estar vivo y que esas personas para las que significaste tanto tendrán que dejarte ir... «No es tan fácil como decir solamente "Adiós"» La vida es un regalo maravilloso, una especie de cofre que vamos llenando no con lo que obtenemos, sino con lo que somos capaces de dar y transmitir para hacer felices a quienes día a día -y a veces de forma casi anónima- se encargan de darle sentido a nuestra existencia. No esperemos a tener los días contados, o peor aún, a estar acostados, para que alguien se acuerde de nuestras buenas obras.