domingo, 13 de julio de 2008

Tu eras mi bahía.

A María Luisa.
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Tú eras mi bahía, amor
tú eras mi bahía.

Ese árbol que sembraste
y la flor que le crecía,
el abrazo interminable
que la calma devolvía.

Las canciones tarareadas
que cantabas cuando niña.
Tarde de historias pasadas
que contabas de tu vida.

Tú eras mi bahía, amor
tú eras mi bahía.

El cobijo de un regazo
que diluye las heridas,
la tibieza de unos brazos
como elixir de alegría.

Lo inmortal de tu enseñanza
con su luz recién nacida,
el amor que me curaba
y las pulgadas que crecía.

Tú eras mi bahía, amor
tú eras mi bahía.

Ese sol que se encrespaba
en mi arena y mis orillas,
firme barca que remaba
hacia el muelle de partida.

El estero de mis ojos
que desaguan en tu vía,
de la casa, mil recodos
con nostalgia te eternizan.

Tú eras mi bahía, amor
tú eras mi bahía.

1 comentario:

Wasarry dijo...

Esas mujeres son difíciles de olvidar, se plasman sus besos en tu piel y no logras borrarlos, ni siquiera con indiferencia.

Hermosas letras.